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¿POR QUÉ SE DEBE HACER?
Se trata de un elemento esencial para la seguridad vial, ya que si no limpian bien, perderemos visibilidad y podrá rayar el cristal, por lo tanto, la conducción se volverá más peligrosa. Por este motivo, antes que suceda esto, debemos anticiparnos y llevar un mantenimiento adecuado.
Su mantenimiento o reemplazo no tiene un gran coste, si pensamos que tener una escobilla en mal estado puede salir caro, además de poder ocasionar accidentes y fatiga visual.
Disponer de una buena visibilidad a la hora de conducir, sobre todo para esos días lluviosos que apenas se puede ver, permitirá anticiparnos en situaciones de riesgo.
CUÁNDO CAMBIARLAS
- Se aconseja cambiarlas una vez al año, dependerá de las condiciones ambientales en que se haya circulado, ya sea, por calor, frío, polvo etc.
- Suelen tener la goma curvada, quebradiza o directamente rota.
- Si al ponerlas en marcha se escucha un ruido o al pasarlas deja manchas y no limpia correctamente, es un signo evidente de que algo falla.
- Cuando al poner a alta velocidad la escobilla, el brazo vibra y golpea el cristal, es otro indicio de que hay que cambiar.
TIPO DE ESCOBILLAS
- Escobillas tradicionales: Su estructura está compuesta de metal con ella, una goma fija. Por lo tanto, en caso que se tenga que cambiar, es necesario reemplazar todo el elemento. Tiene una resistencia más duradera, para aquellos que necesiten una mayor magnitud.
- Escobillas de goma: Está fabricada por una goma flexible, su precio es más asequible, se puede conseguir una limpieza óptima gracias a su diseño alargado, que ejerce presión constante en el cristal, para unos resultados impecables.
MANTENIMIENTO
Por último, el paso más importante, es tener un mantenimiento adecuado, limpiando periódicamente, o bien cuando se lava el coche o con un paño húmedo, sin utilizar productos químicos, ya que podría dañar el material.
Seguidamente, se deberá revisar el líquido limpiaparabrisas continuamente para evitar posibles roturas en la lengüeta de la goma.
También, se podrá utilizar sobre el brazo un aceite lubricante, para mantenerlo en mejores condiciones.